◖| H I S T O R I A |◗

El pequeño pueblo en Dinamarca en el cual vivía, las brujas no eran del todo muy queridas por ello estas se mantenían ocultas y con un perfil bajo. El pueblo estaba consciente de que existía un poco de magia en el lugar pero al igual que las brujas, mientras estas no se exteriorizaran no habría nada de qué preocuparse. Tuvo la suerte de nacer precisamente en una de estas familias, en donde solo las mujeres practicaban la magia siguiendo a sus ancestros, mientras que los hombres no parecían mostrar gran interés aunque estos tuviesen algo de talento. De no haber sido por la crianza que le dio su abuela y porque pasó la mayoría de su niñez con ella, jamás habría tomado en serio este tema como lo hace ahora.
Sus padres en el inicio no estaban preparados para cuidar de él, por esta razón la abuela materna se ofreció a cuidar del niño hasta que estos se sintieran preparados. Ella tomó provecho de esto y le incentivó desde pequeño a integrarse al mundo de la magia, contándole historias enseñándole pociones y hechizos que le ayudaban con su mala salud y baja autoestima del momento. Mientras sus padres conseguían trabajos para en el futuro poder darle un buen hogar al muchacho y una buena educación. El padre del chico terminó por hacerse cargo de la herrería de su propio padre cuando este enfermó y esto ayudó a adelantar un poco aquel plan de vida que tenían. Cuando el pequeño Piero cumplió nueve años sus padres volvieron a hacerse cargo de él ya habiéndole tomado un gran cariño a su abuela, sufrió cuando se separó de ella pero jamás dejó de verla aún así. Su educación cambió y sus obligaciones también, sus padres sobre todo su padre eran muy estrictos y le pedían aspirar siempre a lo mejor. Él tenía los mejores lugares en la escuela porque sus padres casi estaban encima de él haciéndolo estudiar, el único relajo que tenía era cuando se iba a casa de su abuela cada fin de semana. Ella seguía enseñándole cosas, le gustaba oírle hablar sobre sus anécdotas de cuando era joven y cuando el abuelo aún estaba vivo. Al paso de los años, le escuchó alguna vez hablar sobre una escuela de magia pero sabía que sus padres no le permitirían estudiar ahí jamás… hasta que su abuela falleció. Él sabía que ir a estudiar en aquella escuela le habría hecho feliz a su abuela, porque esta se lo había dicho muchas veces nada más le faltó vivir algo tan fuerte como su muerte para tomar la decisión. Sus padres se opusieron bastante, pero al final luego de tanta insistencia tuvo el consentimiento de estos para estudiar en ella.